Estoy
terminando con alegría y gratitud infinitas mi maravilloso viaje a Islandia.
Este regalo de mi hijo ha llenado mi espíritu de hermosas energías y
fantásticos recuerdos que, junto a otros tantos, ya hacen parte de mi equipaje
‘para el viaje a la otra orilla’.
En
estos momentos de despedida y agradecimiento con la vida por todo lo que me ha
obsequiado en esta aventura asombrosa, me hago consciente que cada momento de
la vida debería ser así: pleno de las mejores vibras. Nos vamos
acostumbrando a vivir la vida de manera ordinaria, olvidando que ella también
es un gran viaje, cuyas experiencias llegan y luego pasan, dejándonos
bendiciones por agradecer y lecciones por aprender.
Esperamos, hacer un viaje, comprar lo que deseamos,
encontrar la persona anhelada, conseguir el trabajo perfecto, obtener el
resultado de nuestro emprendimiento y mientras que esto llega olvidamos vivir
cada estación de la vida, como el destino más mágico. Cada experiencia vivida TAMBIÉN
PASARÁ. Lo importante será como lo hayamos vivido y lo que nos haya dejado.
A
propósito de esta reflexión, recuerdo ahora la fórmula mágica de la felicidad
que me entregó hace más de 25 años el conferencista caleño Mario Jinete en una
de sus conferencias magistrales: “SEAMOS FELICES CON LO QUE TENEMOS
MIENTRAS LLEGA LO QUE QUEREMOS”.
En
resumen, si agradecemos cada instante de nuestra vida y si mantenemos la capacidad de asombro, expresada en vivir a plenitud
cada instante de la vida, todos los valores anidarán en nuestra alma. Entre
ellos el AMOR, el que contiene a los demás, el que lo transforma todo, el que
lo logra todo, el más poderoso de todos los valores que podemos vivir.
Como
RETO te propongo, reiterando lo dicho en otro de mis artículos, primero, ponte
cada día las gafas de colores para que observes con una nueva y colorida visión
el trasegar de tu día a día. Segundo, agradece con sinceridad en tu corazón
todas las bendiciones que te son entregadas, ello te ayudará a resaltar los
colores que cada momento te brinda. Tercero, disfruta como si fuera lo último
que vas a realizar en tu vida, y guarda lo mejor en tu alma, porque ello será
lo que te llevarás.
Al
final de cuentas lo único que realmente tenemos en nuestras manos es este
presente, este momento, este instante. Todo lo demás, el pasado y el futuro son
pura fantasía. La vida es un ETERNO PRESENTE, un maravilloso regalo
entregado por nuestro buen Dios a cada uno de nosotros.
Con Amor.
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