martes, 17 de octubre de 2023

DISTRAÍDOS O DISTRACTORES

 


         Mientras viajo de Barcelona a Reikiavik la capital de Islandia, tengo una sensación de gran felicidad, de inmensa paz en mi corazón, y de gratitud infinita con Dios y con mi hijito, el más viajero de los viajeros, quien me hizo este regalo tan especial con motivo de mi cumpleaños.

     Me encuentro aquí a más de 7.800 kilómetros de mi hogar, a una altura de vuelo insospechada, en medio de nubes de algodón, un abierto cielo azul, y la gran ilusión por recibir las sorpresas que me tiene ese país ubicado entre Groenlandia, Dinamarca, Reino Unido, y el círculo polar Ártico.

     Para poder vivir esta gran aventura fue necesario dejar en orden todos los asuntos personales y familiares y así poder viajar ligera de equipaje.

     En medio de tantos asuntos por resolver, recuerdo aquí, sostenida en la infinita calma del vuelo, que en la vida que vivimos tenemos muchos distractores que siempre nos acompañan. Actualmente, tal vez los mayores, son aquellos que tiene que ver con la tecnología. Estos distractores nos impiden muchas veces ser más eficaces y atentos en el uso de nuestro tiempo. Y así es como lo decimos, a manera de excusa, ante nosotros mismos y ante los demás.         

Antes de subir al avión, pude observar en el restaurante, con detenimiento, cómo una pareja que estaba esperando su pedido, en la mesa contigua a la mía, revisaba cada uno, una y otra vez, de manera continua su celular. También observé, en otra mesa cercana, un grupo familiar conversando animadamente sobre su viaje. Todos habían puesto sus celulares a un lado sobre la mesa mientras esperaban su comida.

Los primeros estaban absortos en los distractores. Los segundos, por el contrario, permanecían concentrados alegremente en sus conversaciones sobre la gratificación que les traería este viaje familiar.

Los distractores no son responsables de nada, por el contrario, pienso yo, han sido creados para facilitar la vida y deben usarse así, como herramientas, como medios. Si les damos el poder, el protagonismo y los caracterizamos como el centro de toda nuestra atención, estaremos entregándoles el poder de configurarnos como distraídos y desatentos a la vida.

Años antes era el periódico, la radio, los juegos, los libros. Hoy son los celulares, las tabletas y los computadores, entre muchos otros más. Todos ellos, un mar de posibilidades, un mar de Información, un mar de conocimiento que, bien aprovechados, darán a nuestra vida información y entretenimiento sobre lo que realmente pueden aportar.

El reto que te propongo para esta semana es, primero: Revisa si el celular que es la herramienta que seguramente usas más, el WhatsApp y Redes Sociales, son utilizadas por ti para cumplir unos fines específicos, o si por el contrario estás atrapado todo el tiempo a ellas. Segundo, si la respuesta es que has creado una fuerte y continua relación de dependencia, reflexiona un poco, solo por hoy y mañana, solo por hoy y así todos los días, cuánto tiempo de este que usas lo podrías invertir en tu crecimiento personal y familiar. Tercero, celebra si logras desprenderte de este distractor, al menos poco a poco, por el gran logro que estás obteniendo.

 De esta manera podrás también compartir con los que amas un tiempo de calidad, además de enseñar con el ejemplo, en especial a tus hijos, que es posible liberarse de estas ataduras y optar por lo que realmente importa.

        Con amor,



PASAR A LA OTRA ORILLA

  Aquí entre nos, quiero compartirte una de las reflexiones más hermosas que he tenido en épocas recientes de mi vida.          Antes, hac...