Aquí ENTRE NOS te comparto un momento muy
hermoso que tuvimos hace poco con mi amor. Yo había llegado de mi viaje a
Bolivia y Perú, venía cargada de experiencias y detalles de cada lugar
conocido. Algo que traje con mucha ilusión fue un par de camisetas, una para él
y otra para mí. Imagínalas, unas fantásticas llamas, una masculina y otra
femenina, con este mensaje: “TU ERES LA LLAMA QUE ENCIENDE MI CORAZÓN”.
Muchos pensarán ¡qué cursi! jua jua jua, nosotros un poco también, pero igual
decidimos ponernos la camiseta el mismo día para salir de paseo y ver cómo
lográbamos impactar. Además también acompañaba nuestro atuendo un sombrerito igualmente
boliviano, uno de color rojo y el otro azul. Ya estarás haciendo fantasías de
quién se colocó cuál. Algunas personas nos miraban y sonreían, otras pocas se
atrevían a mostrar su ternura a través de bonitos comentarios, algunos muy
cercanos nos alcanzaron a decir con risa en su rostro que estábamos chiflados.
Lo que más nos impactó fue cuando entramos a una conocida y gran superficie de
nuestra ciudad. El guarda de seguridad se nos quedó mirando con detenimiento. ¿Será
qué nos va a detener o impedir el paso? alcanzamos a preguntarnos, pero nada,
estaba concentrado leyendo el mensaje de nuestras camisetas, en segundos estaba
sonriendo y repitiéndolo con mucha alegría en su rostro.
Nos hizo reflexionar mucho este
momento. Cualquier persona sin importar la formación, el cargo, el nivel
socioeconómico, puede hacer uso de su sensibilidad para ver lo mejor, de lo
mejor. Infortunadamente la cultura nos ha llevado a mirar sólo el punto negro
en medio de la blanca pared, es decir a mirar con actitud de crítica,
juzgamiento o queja. Hoy ante la situación tan común de DESESPERANZA
APRENDIDA, quiero invitarte a ver en toda situación lo mejor de lo mejor, a
ponerte las gafas coloridas, como te lo compartí en la primera publicación que
hice en esta plataforma. Nadie nos obliga a ponernos las gafas de uno u otro
color, somos tú y yo los que decidimos como ver lo que está dentro y fuera de
nosotros. Cuando nos vemos a nosotros mismos, a las personas, a las situaciones
y a las cosas de la mejor manera, suceden procesos fisiológicos positivos qué
nos generan mucho bienestar, nos llenamos de satisfacción y de ilusión,
preparamos nuestra existencia para la gratitud y con facilidad la expresamos y,
además, como ñapa, creamos un terreno fértil para que nos sigan llegando todas
las bendiciones.
Hoy te RETO a que te digas
frases como: “Estoy bien y estaré mejor”. “Todo lo que me sucede tiene una
buena razón”. “Detrás de esta situación hay una gran bendición”. “Todo lo que
me sucede solo trae una bendición o una lección”.
Nuestra sociedad y en especial
nuestros niños, niñas y jóvenes, están esperando que les compartamos un mundo
más amable, acogedor e ilusionante. Tú y yo podemos seguir haciendo la
diferencia.
Con amor.
YOLANDA FRANCO
Entrenadora de Vida “ENTRE NOS”