Es muy posible que te hayas sentido incómodo muchas veces
haciendo el bien a los demás, porque algunas personas que conoces te juzgan
duramente, son incrédulos ante tus intenciones o te dejan de apoyar como
quisieras.
Un dicho escuchado de nuestros abuelos es NADIE ES PROFETA
EN SU TIERRA, al revisarlo comprendemos un poco más este mandamiento; a algunos
de nuestros cercanos les cuesta trabajo aceptar nuestras ideas y proyectos, a veces pienso que es por miedo a
que estemos equivocados y porque nos aman y no quieren que fracasemos o que
seamos señalados por nuestros errores; me parece más sano pensarlo así, los
miedos nos detienen y hacen que detengamos a los que amamos.
¿Te has visto en algún momento diciéndole a un niño que será
el equilibrista más grande del mundo, no te subas ahí que te vas a caer? Tanto
le insistes hasta que él se lo cree y efectivamente se cae; hasta ahí llegó la aspiración más sana y
fuiste tu el responsable, sin saberlo, has frustrado un gran sueño y un gran futuro,
el de ser el equilibrista más grande del mundo y sólo porque tu miedo ha sido
traspasado a otro.
Otro dicho que nos asegura que el miedo se traspasa de unos
a otros es, NI HACE NI DEJA HACER, claro, ha dejado de hacer lo que le
corresponde por el mismo miedo que tiene a perder, a ser rechazado, a ser
incapaz de hacerlo bien y entonces es un gran peligro que otro lo intente,
mejor será evitarlo a toda costa, porque si se descubre que si era posible,
entonces esto se devolverá negativamente a quien dejó de intentarlo, es mejor
que todos sigan pensando, que es IMPROBABLE.
De nuevo estamos de frente al MIEDO, esa emoción que tanto
daño nos ha hecho, que tanto nos ha limitado y que nos ha impedido avanzar
hacia nuestros más grandes SUEÑOS y que nos constituye muchas veces en
obstáculos para que otros también avancen. Respecto a los demás es imposible
encontrar soluciones, puesto que las soluciones cada uno debe planteárselas, lo
que si es importante es que revisemos EL PROPIO MIEDO.
¿A qué tienes MIEDO? Es un buen interrogante que debes hacerte día a día, en la medida en que
lo vayas respondiendo, te pondrás de frente a él y serás más grande que tus
miedos; tal vez los sueños y las ansias de realizarlos sean la mejor manera de
vencerlos.
Lo más importante de esta reflexión retomando este segundo mandamiento
paradójico, es que cuando tu y yo hayamos vencidos los miedos o al menos estemos en el proceso, dejaremos
de ser obstáculos para el otro. Podremos
además continuar con nuestras acciones de ayuda y apoyo a todos los que nos
rodean, sin temor al qué dirán, porque estaremos haciendo lo que nos
corresponde, lo que nos ordena el corazón. Cuando recibamos recomendaciones, lo
haremos con valor comprendiendo que es una observación válida para el otro y si
la puedo implementar para mejorar lo que ya estoy realizando, quedaremos
eternamente agradecidos porque el otro aportó en nuestro mejoramiento continuo
y en especial en nuestra decisión de
HACER EL BIEN.
Si te gustó el SEGUNDO MANDAMIENTO PARADÓJICO, te invito a
que de todas maneras continúes haciendo el bien, mantente en tu propósito de
vida aún en medio del rechazo. Comparte con otros estas REFLEXIONES; necesitamos ser muchos
aportando nuestro granito de arena en estos momentos que vive la humanidad.
YOLANDA FRANCO
Entrenadora de Vida
yolandafranco.entrenadoravida@gmail.com
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Whatsapp y Celular: 3162830396
EN ALIANZA CON COMUNIDAD GLOBAL
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PROGRAMA DE TRANSFORMACIÓN DESDE
EL AMOR Y LA GRATITUD
AUDIO 2/4ª. TEMPORADA.
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