Aquí ENTRE NOS, te cuento que veo poca televisión. Por una u otra razón, me encontré al frente de la pantalla hace unos días, y de pronto, estaba ante mi una campaña comercial, que me asombró mucho, me llenó de esperanza y me hizo reflexionar.
LOVING o BULLING, ya hemos escuchado mucho acerca de éste último. Lo vemos muy lejano, en escuelas, colegios, universidades, en las novelas y otros programas, pareciera que siempre sucede a los demás. El punto al que me animé a ir, fue a la familia, la célula de la sociedad. Mi pregunta, ¿Dónde han aprendido nuestros niños y niñas, adolescentes y jóvenes, esto de maltratar a otros, yo diría que donde han crecido.
Ahora, yo estoy segura al afirmar, que ninguno de nosotros, padres o madres de familia, acepta que hemos hecho bulling a nuestros hijos, a nuestra pareja, o a cualquiera de sus integrantes, entonces ¿qué ha sucedido? Se ha dado de manera inconsciente y luego se ha repetido una y otra vez con quienes nos relacionamos, porque damos de lo que hemos recibido.
Creo que es un acto de amor infinito por nosotros mismos y por los que amamos, comenzar a sanar cualquier maltrato del que hayamos sido objeto en algún momento de nuestra vida, para corregir el rumbo, hacer los ajustes y ser EJEMPLO para aquellos que amamos.
Si cambiamos el bulling por el LOVING, si el amor es una decisión en la familia, muy seguramente estaremos sembrando las bases de una sociedad más feliz, más pacífica.
Te estarás preguntando ¿cómo podemos hacer este cambio de manera intencional?
Hay tres claves que te quiero compartir y muy seguramente, son un pequeño aporte entre muchos, que nos permite realizar ajustes, pautas sencillas que si tu decides, siempre recordarás y tendrás al momento de hacer tus relaciones: Evita críticar, culpar y quejarte. Lo demás, los resultados que deseamos, vendrán por añadidura.
Con AMOR,
YOLANDA FRANCO
ENTRENADORA DE VIDA